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Campamento  Vacacional de Gobernación de Mérida cumplió su objetivo


*** Jóvenes en edades comprendidas entre 10 y 14 años, hijos de los trabajadores del Ejecutivo merideño, disfrutaron de cinco días de sano esparcimiento en un lugar paradisiaco del estado Apure.

El hato El Cedral, una empresa socialista, ganadera agroecológica, autosustentable de nombre Bravos de Apure, es una organización que abrió las puertas a 220 jóvenes que participaron en el Plan Vacacional Apure 2014, organizado por la Gobernación de Mérida para los hijos y las hijas de sus trabajadores de los trabajadores en el receso escolar.

Para tal fin, se organizaron dos grupos de acuerdo a sus edades, el primero conformado por jovencitos en edades de 10 a 11 años, y el segundo de 12 a 14 años, quienes viajaron el lunes 25 de agosto desde Mérida para pernoctar por tres noches en ese extraordinario escenario llanero, para luego retornar el viernes 29 a la capital merideña en los autobuses que facilitó la empresa Tomerca.

Organización del campamento

El equipo de recreadores, junto al de logística y el personal del Centro de Convenciones Mucumbarila, acompañados de representantes del Sindicato Único de Obrero (Suode), y del Sindicato Único de Funcionarios de la Gobernación (Sufugomer), participaron en la ejecución y organización de diversas actividades con el apoyo brindado por la Gobernación de Mérida.

Unidos desarrollaron el cronograma de actividades, donde las dinámicas, juegos y paseos, formaron parte del disfrute e incentivo de valores para honrar el amor a la naturaleza, el respeto hacia el otro, alcanzar una sana convivencia, elevar el compañerismo y el trabajo en equipo.

Leonela León, una de las recreadoras manifestó que este espacio da la oportunidad de respirar aire puro; de allí que, con la realización de los juegos a cielo abierto, como las yincanas, los jóvenes pudieron disfrutar de hermosos paisajes llaneros y del sol penetrante que inundó cada poro de la piel de quienes allí supieron disfrutar.

En materia de seguridad, funcionarios de Protección Civil, Cuerpo de Bomberos y Policía del estado Mérida,  se ocuparon del cuidado y de todos los participantes en el Campamento Vacacional para que se cumpliera su objetivo, que los jóvenes merideños disfrutaran al máximo del paseo.

Experiencia enriquecedora

El Hato El Cedral está ubicado llano abajo, cerca de la población de Mantecal, municipio Muñoz del estado Apure; es un campamento ecológico, cuenta con la preservación de más de 250 especies de aves; además, de babas, caimanes, y del famoso chigüiere o capibara, como le dicen en otras partes del planeta, el roedor más grande del mundo, entre otros animales.

Los participantes en el plan disfrutaron de dos paseos, uno de ellos consistió en un recorrido que se hizo en un vehículo por aproximadamente dos horas, para observar las aves, mamíferos,  réptiles que se avizoraban en la llanura. Los jóvenes tuvieron contacto directo con algunos de ellos, con las infaltables explicaciones recibidas por parte de un guía de la localidad.

El segundo, una experiencia que vivieron los mismos  en una lancha. Este paseo se realizó por una parte del río Matiyure que cruza el hato, donde los adolescentes observaron el gallito lagunero, las babas, el caimán del Orinoco y las Chenchenas (guacharaca de agua), catalogada como un ave prehistórica, entre otro tipo de fauna.

Cada momento una enseñanza

Uno de los integrantes del plan vacacional y miembro del equipo Los Granjeros, Lewis Márquez, muy emocionado de participar en este viaje manifestó: “Me gustó mucho el recorrido por el río Matiyure, porque vimos muchas aves que no conocía, ver a las babas y caimanes en su hábitat natural, fue muy sorprendente”.

Asimismo, Scarlet Alvarado, perteneciente al equipo Las Pirañas, relató su experiencia del viaje en lancha: “Ver las toninas de agua dulce, fue un momento mágico, un paseo muy enriquecedor, porque cada momento nos dejó una enseñanza”.

Otra de las oportunidades que tuvieron los participantes en este Plan Vacacional de la Gobernación de Mérida, fue recorrer los espacios donde mantienen las diversas especies que habitan en cautiverio. Animales que luego de alcanzar una edad ponderable son llevados a su propio hábitat, encontrándose los caimanes y tortugas.

De manera especial, el personal que labora en el hato El Cedral, brindó todo el apoyo y acompañamiento a los dos grupos que acamparon en este lugar en el transcurso de dos semanas, un grupo cada semana,  quienes se esmeraron por dar una excelente atención, traducida en amor por el trabajo que a diario desempeñan en tan mágico lugar, donde la sombra, el silencio y el ruido de los animales se constituyen en una fabulosa compañía en el lugar.