***Escolares merideños aprenden que al cosechar cualquier tipo de semillas, están minimizando el impacto de la crisis climática global y trabajan en la consolidación de los centros de ciencia***
Las instituciones educativas son el mejor lugar para conseguir a los científicos del futuro. De esto está seguro Pedro Grima Gallardo, presidente del Centro de Investigaciones de Astronomía “Francisco J. Duarte” (CIDA), que tiene su sede en la ciudad de Mérida, quien junto a su equipo de trabajo, se ha propuesto despertar el interés por la ciencia en los escolares del estado.
Esto con miras a que cuando vayan a la universidad, escojan estudiar una carrera del área y como parte de esa labor que han emprendido, él se reunió con un grupo de estudiantes de cuarto y quinto año de bachillerato de la U.E. Emiro Fuenmayor, ubicada en la Av. Las Américas del municipio Libertador.
Encuentro que se dio en la Sala Digital de esta institución, al que los jóvenes, 17 en total, acudieron en compañía de su profesor de informática, Jhonny Peña, y en el que le hicieron muchas preguntas al científico del CIDA, relacionadas con la astronomía, primero que nada, quien los animó a hacer ciencia en esta institución, en sus comunidades, porque el conocimiento no pertenece a una elite, no está solo en las cuatro paredes de un laboratorio.
También hablaron de la crisis climática y la importancia de hacer un aporte para minimizar su impacto en el planeta, que, por pequeño que sea, siempre será significativo si todas las personas lo hacen y los gobiernos del mundo unen esfuerzos en este sentido.
¿Cómo revertir la crisis climática?
El científico Pedro Grima Gallardo y los estudiantes de la U.E. Emiro Fuenmayor, conversaron además, sobre la necesidad de usar energías alternativas, como la fotovoltaica, que aprovecha la luz solar. “¿Qué hacemos para revertir la crisis climática? ¿Saben lo que hay que hacer?” Preguntó, llamando la atención de los jóvenes estudiantes de bachillerato. “Muy sencillo”, dijo, “hay que sembrar, de todo”.
Les habló de la experiencia del CIDA en terrenos aptos para la siembra en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), de Llano del Hato, en el municipio Rangel del estado Mérida.
“Compramos unas semillas de papa en Proinpa, de alta calidad genética, para producir simientes y luego venderlas a los productores de este importante rubro. Los invito a sembrar. Vamos a sembrar en terrenos de este liceo. Les voy a pedir que empiecen a recolectar semillas variadas. ¿Qué estamos observando los científicos? Tenemos que buscar la manera de preservar todo en el planeta, todos los seres vivos. Entonces ¿Cuál es la tarea? Recolectar semillas”.
Les explicó cómo deben hacerlo y los invitó a llevar para el próximo encuentro, además, cáscaras y cartones de huevo; les dijo también que van a trabajar con el tema de la energía solar. “Este planeta se salvará si nos salvamos nosotros. Si salvamos el ecosistema, porque solos no vamos a poder sobrevivir. Nos necesitamos todos”, aseguró.
“Sembrando” la ciencia
Destacó Pedro Grima que con este tipo de acciones aspiran “sembrar” en los jóvenes el deseo de estudiar una carrera del área de la ciencia, así como avanzar para consolidar también en su institución educativa, un Centro de Ciencias que se mantenga en el tiempo.
“Es un trabajo constante, hay que ir incentivando a los jóvenes a hacer ciencia, hay que ir trabajando con ello y en eso estamos empeñados en el CIDA, apoyando el programa Semilleros Científicos del Ministerio de Ciencia y Tecnología al que pertenecemos”.
El presidente del CIDA, al final de la jornada con los jóvenes estudiantes de la U.E. Emiro Fuenmayor, conversó con Franklin Echeverría, encargado del huerto escolar y del Centro de Ciencia de esta institución educativa, con el que coordinó algunas acciones conjuntas para lograr el objetivo que se han propuesto, despertar en los escolares el interés por la ciencia y trabajar juntos en la futura siembra de diferentes semillas en este lugar. /Prensa Mincyt/CIDA/CS.
