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Purísima rosa blanca brota de las tierras fértiles del Astrofísico de Mérida

*** Simiente de alta calidad genética del tipo Única ya está lista; ya se recogió la certificada, que es almacena en un lugar especial luego de lo cual será sembrada de nuevo en 2021 cuando se producirá para consumo




“…Profunda y suave eres, pulpa pura, purísima rosa blanca enterrada (…), papa, materia dulce, almendra de la tierra…”. Fragmento de Oda a la Papa, escrita por Pablo Neruda para honrar este tubérculo, uno de los alimentos más importantes en el mundo.

En medio del bloqueo y la pandemia la Fundación Centro de Investigaciones de Astronomía Francisco J. Duarte (Cida), culminó este mes su primera experiencia con la siembra de semillas de papa de la variedad Única, que se cultiva en pisos altos y es muy rendidora, pasando por tres etapas desde que compró el tubérculo prebásico, llevándolo a básico, de allí a registrado y luego a certificado, de alta calidad genética, listo para sembrar para consumo humano. Un proceso productivo de tres años.

Experiencia fuera de lo común que tiene una institución como esta, adscrita al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mppcyt), cuyas autoridades reconocieron y  aplaudieron el importante logro, destacándose en sus redes sociales.

Felicitaron la labor de las personas que laboran en el Cida, en especial a quienes trabajan en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), en Llano del Hato, municipio Rangel del estado Mérida, tierras altamente fértiles donde prospera este programa, quienes han estado haciendo su aporte desde el inicio del mismo con la firme convicción de que sí es posible avanzar en materia de soberanía alimentaria.

Grato aprendizaje

Pedro Grima, presidente del Cida, recordó que vienen trabajando en este interesante proceso desde el año 2017. “Creo que hemos aprendido mucho. Este año ha sido muy difícil por la pandemia y ahorita lo estamos viendo, abundantes lluvias en un mes que no debería estar lloviendo. A la larga eso no afecta nuestra cosecha, pero en la agricultura uno sabe que hay momentos buenos, no tan buenos, difíciles, entonces, uno tiene que salir adelante y enfrentar todas las situaciones y tener constancia, que es la clave en el trabajo”.

A pesar de las dificultades enfrentadas este año, porque tuvieron que sembrar tarde ante la extensión del verano, entre otras, lo que produjo la pérdida de parte de la semilla porque se pasó de tiempo, se logró el objetivo ya que había una simiente bien fuerte. “En el cateo que se realizó en una sola mata salieron 58 papas, lo que quiere decir que el fenotipo de esa semilla es muy bueno; pero es normal, no siempre sale como se espera. La naturaleza siempre tiene la última palabra”, dijo.

Valioso personal

El Presidente del Cida está consciente de la importancia del aporte del personal, especialmente del OAN, sin cuya participación hubiera sido imposible avanzar. “Quiero hacerles llegar mi agradecimiento y felicitaciones a todos los trabajadores que directa o indirectamente participaron en la siembra de papa; muy especialmente a los compañeros del OAN, que durante todo el año están pendientes, cuidando y haciendo posible la cosecha. Dios les pague”.

Héctor Cordero, coordinador de mantenimiento de la institución, destacó que están haciendo su aporte en materia de soberanía alimentaria. “Estamos demostrando que sí se puede producir semillas en el país de alta calidad genética y si todas las instituciones que tengan terrenos se suman, vamos a avanzar mucho. No podemos sentarnos a esperar que nos traigan la comida, tenemos que producirla y una muestra es esto, con pocos recursos se están dando estos frutos”.

Nuevo ciclo con otras semillas

A la par de la cosecha de la semilla certificada de papa este año, el Cida inició un nuevo ciclo con otras simientes prebásicas adquiridas en el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas (Inia), en la entidad, sembrando en mayo pasado un cuarto de hectárea con cinco mil nuevos tubérculos de la misma variedad.

“El factor que estamos teniendo es aproximadamente 20, entonces, con toda seguridad, eso nos va a permitir que con ese pequeño terreno que estamos comenzando, al final obtengamos unas dos hectáreas de semillas certificadas”, destacó Grima al tiempo que señaló que estas serán recogidas como básicas entre el 15 y el 16 de diciembre, para guardarlas y sembrarlas nuevamente entre abril y mayo de 2021, con el propósito de obtener la registrada a finales de este año y hacer el mismo procedimiento para consolidar la certificada en 2022. 

Ubaldo Sánchez, asistente científico encargado por el Cida de la producción de simientes de papa en el Astrofísico, explicó que las que se están produciendo en el OAN son solo para alturas superiores a los dos mil 800 msnm. y, como las primeras, serán distribuida entre los productores de las zonas aledañas al Astrofísico y otras de gran altura. “En este terreno se sembró un tubérculo de aproximadamente el tamaño de una metra; cada mata de estas puede llegar a producir de 20 a 30 tubérculos en el primer ciclo; luego eso se trasplanta y sigue produciendo”.

Excelente relación con la comunidad y los productores

Jerson Castillo, director ejecutivo del Cida, dijo que mantienen una estrecha relación con la comunidad y los productores de la zona desde siempre y especialmente cuando comenzaron a sembrar semillas de papa, tomando participación en el Comité de Riego, cuyos miembros son los primeros a los que se les oferta la producción; además, han trabajado en la consolidación de un grupo de semilleristas.

“Es semilla de alta calidad genética que le garantiza al productor que va a tener un alto rendimiento (…).Nosotros como fundación estaríamos generando también ingresos propios para continuar con el proyecto y solventar algunas situaciones muy particulares del Centro de Investigaciones, como lo hicimos el año pasado”.

Todo esto beneficiará a los productores y  los consumidores merideños y de otras partes del país. Se garantizará la autosuficiente en la producción de semillas y que las mismas estén libres de patógenos. El país cuenta con Mérida, que es un estado propicio para la siembra de este rubro y su cultivo a gran escala.

Se trata de producción de semillas para semillas, como se llama el documental hecho por el Cida sobre este proceso y transmitido por VTV este año, porque la simiente es la base fundamental de todo, el camino real para la independencia agroalimentaria. “Tenemos la firme decisión de salir adelante con el saber”, aseguró Pedro Grima. 

(Prensa CIDA/CS)