Al menos 12 parroquias de la Arquidiócesis y bajo la supervisión de Cáritas Mérida, han reactivado sus viveros Saman (Sistema de Monitoreo,. Alerta y Atención en Nutrición y Salud) para el seguimiento de niños en estado de desnutrición
Las Cáritas parroquiales de La Milagrosa, San Francisco de Asís, San Antonio de Padua en Chiguará, San Buenaventura, San Antonio de Padua en Tabay, Mucuchíes, Basílica Menor Santa Lucía, San Rafael Arcángel, Mucurubá, Nuestra Señora del Rosario, Juan Pablo VI y Corazón de María han retomado las actividades en sus viveros, con el fin de ampliar la cobertura de atención en la entidad merideña.
El equipo parroquial realiza la detección de nuevos casos a través de datos antropométricos como peso, talla y circunferencia braquial, así como entrevistas al núcleo familiar para conocer las condiciones de alimentación, en horarios y días de atención específicos.
Estos viveros tienen la tarea de hacer el seguimiento nutricional de aquellos niños menores de 5 años, que se encuentren en un cuadro de desnutrición, y en caso de ser necesario, remitirlos al sistema de salud nacional. En este sentido, cada parroquia tiene la potestad de proporcionar vitaminas y suplementos alimenticios por un lapso de 4 a 6 semanas.
Departamento de Comunicación de Cáritas Mérida.- Sariana Toro, pasante Unica
