Consta en los recibos de la gobernación que esta obra fue adjudicada y construida en dos oportunidades, con recursos previamente aprobados en sendas oportunidades, sin que el inmueble exista realmente en perjuicio de los escolares de la zona
Asumiendo la educación como un hecho social que dignifica al ciudadano desde su niñez, el gobernador Ramón Guevara visitó la Escuela Estadal “La Victoria”, ubicada en una aldea de Torondoy, municipio Justo Briceño, y comprobó el deplorable estado en el que se encuentra.
Esta unidad educativa, según “los papeles”, se ha ejecutado en dos oportunidades distintas, y actualmente lo que hay es un inmueble levantado con tablones de madera, piso de barro, techo de zinc, más parecido a un “cambuche” que a un área de formación.
Al hacerse presente en el lugar donde los niños y jóvenes de esa comunidad luchan por un espacio formativo digno, el primer mandatario regional espetó: “Esta es la muestra de los cangrejos de corrupción de los gobiernos anteriores. Ha sido ejecutada 2 veces; así se juega con el pueblo”.
Admitiendo que su labor no es buscar culpables sino “gerenciar la crisis”, Guevara decidió compartir con los vecinos el compromiso de iniciar la construcción verdadera de un inmueble que permita que las condiciones para el crecimiento de los niños y jóvenes sean dignas.
“Es un deber moral ayudar a esta comunidad que fue estafada y que confió en un gobierno que los defraudó”, concluyó el gobernador, quien agregó: “No puede ser que un país con tanta riqueza tenga instalaciones educativas en estas condiciones”.
“En noviembre, con ayuda de la comunidad, iniciaremos los trabajos para realizar una escuela campestre —prometió— donde los niños, con el favor de Dios, podrán tener un lugar digno para su educación. Unidos y con voluntad lograremos dignificar el futuro de Venezuela”, puntualizó.
Euro Lobo / Fotos William Muñoz
Euro Lobo / Fotos William Muñoz
