El Colegio de Profesores de Chile cumplió la primera semana de suspensión de clases en miles de escuelas del país, en protesta ante el silencio del Gobierno de Sebastián Piñera ante las demandas a favor de la educación pública, cuyos recursos son cada vez más reducidos.
La medida de suspensión de actividades comenzó el lunes pasado y todo indica que continuará la próxima semana.
Más de 50.000 personas se calcula que participaron el jueves en una marcha en la capital, Santiago, así como se registraron manifestaciones igualmente concurridas en otras ciudades, con el apoyo de organizaciones estudiantiles, reseñó Prensa Latina.
El paro nacional indefinido obedece a la falta de respuesta del Gobierno de Piñera ante las solicitudes de los maestros, que han insistido en que no reclaman aumentos de salarios sino mejoras de sus condiciones de trabajo, y rechazan además la decisión de retirar del programa obligatorio de la enseñanza media las asignaturas de Historia y Educación Física, para dejarlas como opcionales, lo cual consideran una aberración.
Aunque las manifestaciones han sido pacíficas, los maestros han denunciado la represión desproporcionada de la cual han sido víctimas por fuerzas especiales de carabineros, que han disuelto marchas pacíficas con chorros de agua y gases lacrimógenos.
El paro de docentes se desarrolla e medio de la baja popularidad del gobierno de Piñera, que alcanza apenas 28 %de aprobación.
AVN
