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Sangre y fuego


“No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”
José Félix Ribas

Autor: Javier Monsalve

Entre  el  2013 y el 2015 se deshicieron dos golpes de Estado, una cadena de actos terroristas y decenas de crímenes con los que emisarios del imperialismo no pudieron eliminar políticamente al Presidente obrero, Nicolás Maduro, ahora con  el Decreto personalizado y amenazante del Presidente Barack Obama, diplomático de las transnacionales y del Complejo Militar Industrial de USA, se nos presenta una nueva fase de agresión que, por cierto, no es contra el gobierno bolivariano, sino contra Venezuela, como mercado petrolero. 

Debemos tener presente que la política internacional de los gobiernos de EE.UU.  impera con la antesala de los autoatentados, los cuales les han funcionado como excusa para justificar su “contestación”; en 1941, en Pearl Harbor, los gringos sacrificaron a 2.403 marineros estadounidenses, una supuesta agresión de Vietnam del Norte a dos cruceros gringos hizo que USA se declarara en emergencia nacional e invadiera al pueblo  vietnamita.

En 1983, en la Isla de Granada, Maurice Bishop fue considerado una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU., lo que produjo que  una intrusión de marines norteamericanos lo derrocara;   el autoatentado del 11-S con el cual justificó la ofensiva a Afganistán y la invasión a Irak, Bush afirmó que  “había armas de destrucción masiva”, sin dejar por fuera, entre otros,  la  del  2011 cuando realizó una “intervención humanitaria en Libia”, porque, según ellos, Gadafi “suministraba Viagra” a sus soldados para que produjeran violaciones en aglomeración.

Lo que indica que luego del rotundo fracaso por parte de sectores malignos de la oposición venezolana, el Presidente Barack Obama, siguiendo instrucciones de los perros de la guerra, está organizando el escenario (coches bomba, el asesinato o la desaparición en multitud de militantes de la oposición, secuestro de extranjeros, etc.), que justifique el asalto militar a nuestra nación, estos bandoleros a quienes también les aterroriza la paz, porque viven de la delincuencia, la droga y la guerra, son capaces de cualquier cosa que exteriorice su objetivo.

Venezuela no es una amenaza, no obstante  por ir en la dirección opuesta, es decir, por la batalla de un mundo mejor, gringos deshumanizados intenten recuperar posiciones imperiales a sangre y fuego, con la invasión mental y el intento de la colocación del dólar sobre el bolívar, Venezuela no dejará de estar encaminada en ser una potencia, nuestra patria siempre se ha crecido en las dificultades y por más de 200 años hemos sabido librarnos de muchas intimidaciones.

¡¡¡Que se derogue el decreto ya!!!