En febrero de 2014, hace ya un año, sectores de extrema
derecha generaron un ambiente de caos y de violencia en varios estados del
país, provocando la muerte de más de 42 venezolanos, dejando un saldo de más de
800 personas heridas y causando daños materiales que generaron una pérdida
económica de 10.000 millones de dólares aproximadamente.
Esta cuantiosa cifra corresponde al destrozo de las
instalaciones de diferentes instituciones públicas y privadas, así como centros
educativos, unidades de transporte y estaciones del sistema Metro de Caracas
que fueron quemadas, además de plazas, parques y otros espacios públicos donde
grupos fascistas instalaron sus guarimbas, como parte de un plan fallido
promovido por Leopoldo López denominado "La Salida", para derrocar al
Gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
"Hemos calculado en 10.000 millones de dólares los
daños materiales que le han hecho al país en estas cuatro semanas de guarimbas,
en este intento de golpe de Estado. Han destrozado universidades, que lo sepa
el mundo", expresó el presidente Nicolás Maduro durante una reunión con su
equipo económico que tuvo lugar en el Palacio de Miraflores en marzo de 2014.
En esa oportunidad, el primer mandatario aseveró que no
se trataba de protestas sino de "vandalismo, terrorismo y destrucción
(...)" y lamentó el silencio de la dirigencia opositora ante los hechos
vandálicos.
Todo el país sufrió los embates de las guarimbas que no
solo se originaron en la ciudad capital, sino que se extendieron por todo el
país y recrudecieron en algunos estados. En el caso de Mérida, reconocido por
ser un estado con alta afluencia de turistas, las pérdidas fueron enormes, a
causa de la caída en un 45,5% del fujo turístico durante las festividades de
carnaval, según informó el ministro para el Turismo, Andrés Izarra.
Distribución de
alimentos afectada
Igualmente, las alteraciones del orden y los actos
terroristas de la oposición, afectaron significativamente la normal
distribución de bienes y servicios en todo el territorio, y provocaron que 280
toneladas de alimentos no llegaran al pueblo venezolano.
La información fue proporcionada por el viceministro para
la Producción Alimentaria, Carlos Franklin Cesis, quien explicó que tal
cantidad representó una pérdida de 6 millones 700.000 bolívares y de 25.000
personas que dejaron de atender desde el comienzo de las guarimbas, el 12 de
febrero de 2014.
Meses después, el Banco Central de Venezuela y el
Instituto Nacional de Estadística ofrecieron un informe que señalaba las
repercusiones de la violencia derechista en la economía del país, sobre todo en
el aumento de los índices de inflación.
"Estas perturbaciones, de carácter extraordinario,
ajenas a los factores propios de toda actividad productiva, influyeron
desfavorablemente en los resultados del Índice Nacional de Precios al
Consumidor (Inpc), al presionar, como se ha observado, la disponibilidad de
bienes en los anaqueles de los establecimientos públicos y privados, con el
consecuente efecto en los resultados de la inflación", cita el texto.
Ante esto, el presidente de la República, Nicolás Maduro,
firmó un conjunto de convenios con representantes de diversas marcas y empresas
privadas, para el establecimiento de precios justos mediante el equilibrio de
la cadena de producción y distribución, e impulsó la Misión Alimentación en
todo el territorio nacional, a través de Pdval, Mercal, Mercados Bicentenario y
los diversos programas sociales para proteger a los venezolanos y venezolanas.
Más recientemente, el Jefe de Estado realizó un viaje de
trabajo a China y a los países que integran la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (Opep) para afianzar las relaciones bilaterales de
cooperación de carácter diplomático, económico y comercial, para el
mejoramiento de la economía nacional, en la que se busca superar el rentismo
petrolero con el fomento de la producción.
AVN


