Merideños
rinden tributo a la agudeza del pensamiento de Tulio Febres Cordero
La
amplitud y el carácter ideológico de la obra literaria de Tulio Febres Cordero
resaltan en la exposición inaugurada por los 152 años del natalicio
del escritor, historiador, abogado y luchador social del estado Mérida.
La
biblioteca Tulio Febres Cordero, que está situada en el edificio El FortÃn, en
la avenida 3 de Mérida, abrió este jueves una exposición sobre la obra del
histórico referente de las letras andinas, que estará abierta al público hasta
el venidero 20 de junio.
Hancer
González, bibliotecario, refiere que toda la colección de libros, cartas y
periódicos que Febres atesoró en su vida están preservados en la actualidad en
la sala Febres Cordero, adscrita a la Biblioteca Nacional de Venezuela.
"La
visión que la historiografÃa ha tenido sobre Tulio Febres ha sido muy
particular. Se ha encargado de resaltar algunos datos biográficos sobre él,
como personaje y sus publicaciones, dejando de lado asuntos importantes como su
trabajo de impresor, de editor, promotor cultural e ideólogo", señaló
González.
Tulio
Febres Cordero nació el 31 de mayo de 1860 y desde muy temprana edad mostró
significativo interés por divulgar en lenguaje sencillo, las tradiciones, mitos
y leyendas, expresiones que si bien no forman parte de la historia académica,
ayudan a entender la psicologÃa de los pueblos y a formar y mantener su
identidad.
Pese
a su notoriedad histórica, Tulio Febres es más recordado por la esfera más
externa de su pensamiento: la de cuentista, gastrónomo y poeta. Sin embargo,
quien se adentre un poco más en su obra, no tardará en descubrir su marcado
positivismo y nacionalismo, como ideólogo.
"El
mundo se pierde no por falta de ciencia ni de energÃas fÃsicas. El mundo se
pierde por falta de virtudes activas, por el desbordamiento de las pasiones,
por el egoÃsmo utilitario, por la sed insaciable de riquezas, por el lujo y la
frivolidad crecientes. En los centros más brillantes del progreso, en que las
ciencias, las artes y las energÃas fÃsicas están en su apogeo, tanto en Europa
como en América, el aumento de la criminalidad y el malestar de la clase
obrera, por la tiranÃa del capitalismo, son oscuros problemas que preocupan a
los hombres pensadores", referÃa don Tulio en un artÃculo de prensa.
En
el prólogo de su obra Don Quijote en América, una sátira al mantuanismo,
reflexionaba: "Un mal que nos aflige, muy generalizado en Hispano América,
que consiste en el menosprecio de lo criollo y la servil imitación de lo
extranjero; mal que se encubre bajo la capa de un progreso superficial, y que
acabará por desnaturalizarnos del todo, privándonos de creencias, carácter,
tradiciones, costumbres, industrias y cuanto de antiguo forma nuestro
patrimonio de raza".
En
1906, dejaba claro los efectos de un sistema signado por la injerencia de otras
naciones. "Y toda esta inmensa pérdida ¿en cambio de qué? En cambio de
vestir una abigarrada librea, para ir detrás, siempre detrás del extranjero,
convertidos en dóciles lacayos".
Fuente: AVN


