Florencio Porras destaca que protestas del pueblo el 4F eran las mismas de los militares

En la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992 muchos oficiales rechazaron las órdenes de sus superiores, que iban dirigidas a reprimir al pueblo que salió a las calles a manifestar contra de las políticas económicas, aplicadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, ya que “sus protestas eran las nuestras”, recordó este lunes el exgobernador del estado Mérida, Florencio Porras.

Durante su participación en el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión, Porras presentó su libro de caricaturas Rebelión en su tinta, en el cual, entre otras cosas, reseña momentos importantes de su participación en los hechos del 4 de febrero de 1992 como comandante del 304 grupo de artillería antiaérea Río, que tenía a cargo 27 profesionales y 126 soldados atacando el Palacio de Miraflores, en Caracas.

Porras refirió que tuvo la oportunidad de tener como jefe al general Fernando Ochoa Antich, a quien enfrentó en una oportunidad tras conocer la orden de que debían reprimir las protestas de la gente que bajaba de los cerros.

“El problema era que no podíamos obedecer esa orden, porque las protestas que tenía la gente nosotros las compartíamos. Ellos reclamaban porque les aumentaban la leche, la gasolina, y a nosotros también eso nos afectaba porque no teníamos subsidios”, dijo, al recordar la conversación que tuvo con el general Ochoa Antich.

A 20 años de ese hecho trascendental en la historia política venezolana, Porras indicó que los objetivos del 4 de febrero de 1992, van mucho más allá de todo lo que hasta ahora se ha logrado.

“Hay un despertar de la conciencia del pueblo que hace 20 años era impensable. Ahora es que nos falta camino por recorrer. Uno que viene de la violencia se da cuenta que el camino ha sido acertado. El 4 de febrero está vivo, su espíritu está presente”, puntualizó Porras.

Fuente/AVN
Foto/Captura VTV