Nkosi Zwelivelile “Mandla” Mandela, nieto del líder sudafricano Nelson Mandela, denunció que su delegación fue la más maltratada por las fuerzas israelíes durante el abordaje a la flotilla humanitaria Global Sumud; el activista relató que fueron esposados con bridas, atados con fuerza a la espalda y obligados a desfilar ante militares israelíes y observadores internacionales.
Mandela afirmó que el Ejército genocida de Israel impidió a los integrantes de su grupo realizar acciones básicas como ducharse, mientras otras delegaciones sí recibieron ese permiso. “Nos esposaron con bridas atadas fuertemente a la espalda, nos sacaron de nuestros barcos, nos pusieron en la plataforma y desfilaron para que todos nos vieran”, expresó desde el Aeropuerto Internacional OR Tambo en Johannesburgo, donde fue recibido por simpatizantes que portaban banderas palestinas.
El activista aseguró que fueron secuestrados en aguas internacionales el 2 de octubre y trasladados a una prisión israelí antes de ser liberados. Seis ciudadanos sudafricanos deportados por Israel coincidieron en que el trato recibido fue más severo que el aplicado a otros detenidos, debido al papel de Sudáfrica en la denuncia por genocidio presentada ante la Corte Internacional de Justicia.
A pesar de las condiciones de detención, Mandela reafirmó el compromiso de continuar con la causa palestina. “Esta es la lucha que continuaremos hasta que Palestina sea libre”. La flotilla Global Sumud tenía como objetivo entregar ayuda humanitaria y visibilizar la situación en Gaza.
Las activistas Fatima Hendricks y Zaheera Soomar también denunciaron abusos durante su detención e indicaron que sus hiyabs fueron retirados por la fuerza y que fueron desnudadas frente a soldados israelíes. “Cuando vieron nuestros pasaportes, así fue como nos trataron como sudafricanas”, señaló Soomar.
Fuente: Medios Internacionales
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