***Niñas y niños merideños son conducidos por el camino de la ciencia en actividades lúdicas que los invitan a interesarse cada día más por el mundo científico***
Los semilleros científicos de la patria tienen un lugar para el aprendizaje en las instalaciones del Centro de Investigaciones de Astronomía “Francisco J. Duarte” (CIDA), en la escuela creada recientemente en esta institución, como parte de las actividades previstas en el marco de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación “Dr. Humberto Fernández-Morán”.
Los niños y las niñas, 20 en total, entre seis y 12 años, que asisten cada martes a estas clases, aprenden mientras se divierten con los experimentos preparados de manera muy especial, con mucho cuidado y cariño por los responsables de esta iniciativa, liderada por el MSc. Orlando Escalona.
El presidente del CIDA, el Dr. Nomar Villa, manifestó su satisfacción por el éxito de esta actividad desde la clase inaugural de esta escuela, donde se lleva a sus participantes por el camino de la ciencia, para que conozcan lo interesante que son las carreras científicas.
“Los niños y las niñas disfrutan estas clases los martes por la tarde. Da gusto verlos participar con entusiasmo en los experimentos que les ofrecemos, haciendo nuevos descubrimientos en cada oportunidad”, destacó.
Ya van tres clases, la primera fue flotación de objetos en el agua (piedra, tapón de corcho, pedazos de anime y madera, tornillos, papa, zanahoria, cambur, tomate, mandarina), en un cilindro de agua, donde comprobaron que, dependiendo de sus propiedades (densidad y peso), unos se hundieron, mientras que otros flotaron; además, vieron el efecto del volumen en la fuerza de empuje del agua.
Clases muy divertidas
En la segunda actividad exploraron la percepción que tienen los niños y las niñas sobre el peso de los cuerpos, lo cual es fundamental para su desarrollo cognitivo y sensorial.
“A través de las experiencias prácticas y significativas que diseñamos pudieron empezar a construir una comprensión primaria de este concepto clave y desarrollar habilidades esenciales para su aprendizaje futuro”, destacó Orlando Escalona, añadiendo que también se realizó una aplicación práctica del concepto de peso, con dos “platillos voladores” cayendo dentro de un cilindro.
En la tercera clase se repitió la actividad de pesar objetos con el peso analógico y la “báscula” de pesar personas; pero en esta ocasión se incorporaron otros instrumentos de medición como la balanza electrónica y el dinamómetro. Se experimentó con la flotación de cuatro huevos de gallina en agua pura y solución salina, observándose cómo en la primera se hunden y en la segunda se flotan.
El tercer experimento de este día fue la actividad con el “ludión” de Descartes, donde se muestra cómo un buzo sube y baja dentro de una botella de agua. “Los niños y las niñas son muy participativos. Les encantan los experimentos”, señaló Escalona, quien cuenta para estas clases con el Dr. José Escalona, entre otros profesionales. /Prensa Mincyt/CIDA/Celina Sulbarán.
