En
nombre de Dios, continua la obra en su edición número 24, que comenzó al borde
de un abismo de los páramos de las bellas montañas de los pueblos del sur
merideño.
Más
de 100 kilómetros esperan a paisanos, turistas y viajeros que se trasladan a la
comunidad de estanques el Domingo de Ramos, día en que se conmemora en la
iglesia católica la triunfante entrada de Jesús a Jerusalén, con el fin de
comenzar a ascender las montañas, sintiendo como un Simón de Sirene, ayuda a
cargar la pesada cruz de Cristo, hijo del padre, sentenciado a muerte, para
redimir nuestros pecados.
Atrás
el camino andado, delante un arduo camino por recorrer, donde se compartirán al
transcurrir minuto a minuto, el camino que comenzó un humilde hombre, oriundo
de la ciudad de Canagua ubicada en el Municipio Arzobispo Chacón del estado
Bolivariano de Mérida, Pablo Ramón Hernández Q.E.P.D, y 17 compañeros que
deseaban cumplir con una promesa adquirida, tras sufrir un accidente, cuando la
carretera de la misma comunidad no había sido asfaltada. Narraba en vida Don
Pablo, que regresaban de Canagua en una camioneta cargada de unos closets, su
compadre Braulio Durán, su yerno Edilberto Pérez y su persona, cuando de
repente la misma por causa del fuerte barro quedaron al borde del precipicio en
las cercanías de las lagunas. Virgen Santísima fueron las palabras que por su
mente se cruzaron, compadre Braulio, el señor nos ha salvado, 3 familias de
quedar sin padres, Compadre en acción de gracias ofrezco un viacrucis desde
Estanques a Canagua al Nazareno bendito, de esta forma nace de la mente de este
hombre humilde, este proyecto que hoy es ya tradición.
Aun
cuando la promesa esperó algún tiempo para ser planificada, un día Doña Socorro
Duran de Hernández, compañera de vida de Don Pablo por 59 años, le comentó a su
hija Marina “Hija no podemos permitir que el tiempo se siga pasando, este año
contra viento y marea debemos pagar la promesa, si alguien muere en el camino
lo recogeremos de regreso, pero debemos llevar el viacrucis hasta Canagua”.
Han
transcurrido 24 años nuestros corazones se aceleran al saber que el momento
está mucho más cerca de seguir los pasos de los peregrinos que ya partieron de
este mundo, a encontrarse en el cielo con nuestro señor Dios, seguir los pasos
del Cristo Nazareno, renovando votos, cumpliendo nuevas promesas, donde
familias completas salen al encuentro para seguir marcando huellas, por estos
senderos.
La
misión se realiza poco a poco, tras realizar las 14 estaciones, en medio de
estaciones y cantos. I Estación (Jesús es condenado a Muerte) la cual se lleva
a cabo en la comunidad de Estanques, II estación (Jesús carga la cruz), en el
Hato Los Trapenses, III estación (Jesús cae por primera vez, en El Llanito, IV
estación (Jesús encuentra a María la madre) en la casa de Piedras, V estación
(El Cirineo ayuda a cargar la cruz) es en el Páramo las Lagunas de Coloradas, VI
estación (Verónica limpia el rostro de Jesús), es en el Páramo las Nieves, VII
estación (Jesús cae por segunda vez) en Betania, VIII estación (Jesús Consuela
a las mujeres de Jerusalén) en El Quebradón, IX estación (Jesús cae por tercera
vez) iglesia del Molino, X estación, (Jesús es despojado de sus vestiduras) se
lleva a cabo en la “Y” XI estación (Jesús es clavado en la cruz) es en la
Capilla de Saysayal, XII estación (Jesús muere en la Cruz), en la Capilla de la
Quebrada, XIII estación (Jesús es bajado de la cruz) en las Mesas del trapiche,
en la Ganadería Cruz de Hierro, XIV estación (Jesús es Sepultado), es en el Páramo
El Motor.
En
la familia, desde muy temprano, comienzan los preparativos para el viacrucis,
ya que el número de creyentes se incrementa año tras año, esto hace que su
planificación sea minuciosamente analizada ya que esperamos que cada vez que
emprendemos un nuevo recorrido, sea mejor que los realizados en años
anteriores.
Este
año la concentración para el mismo, será el Domingo de Ramos a las 6:00 a.m., en Estanques, si
así Dios lo permite, con el fin de comenzar el ascenso a las 8:00 a.m.,
aprovechamos esta valiosa oportunidad para hacerles la cordial invitación a la
comunidad emeritense a vivir esta maravillosa experiencia de oración,
reflexión, de encuentro con Dios, en medio de tan maravillosos parajes de los
pueblos del sur merideño.
Pablo Hernández


