Todo llamado que hace el Presidente Nicolás
Maduro, genera un impacto que muy pocas veces se visualiza en el colectivo, muy
especialmente en los diferentes estratos sociales. Recordamos como el
Comandante Eterno Hugo Chávez FrÃas convocaba multitudes entusiastas y sin
ningún tipo de aburrimiento, permanecÃan horas de pie bajo el sol o la lluvia,
no importaba, solo el poder ver su figura y escuchar su verbo maestro era algo
agradable, con su mensaje el regreso a casa era una tarea a cumplir, se
convertÃa en el tema del próximo dÃa. El LÃder invicto nunca desaprovechó una
oportunidad para mostrarle a su gente como organizarse y enseñarle las
consecuencias de no lograrlo.
Como era de esperarse, siguiendo los consejos
del maestro eterno, Nicolás, el presidente obrero, el alumno más aventajado que
tuvo Chávez, solo necesito poco tiempo para demostrar su sentido de persuasión
y poder de convocatoria. Al principio fue algo incomodo aceptar una
convocatoria masiva dentro del proceso revolucionario que no fuera de “el
arañero”, era comprensible, Maduro nunca se imagino ser presidente y mucho
menos suplir a un gigante polÃtico como lo fue su maestro; y lo sigue siendo.
Todo comienza con los ataques a su condición,
“Maduro es colombiano” “Maduro no sabe nada de polÃtica” “el ilegitimo”, “un
chofer presidente” “el burro” y otros epÃtetos que nadie se imagino le
etiquetaran a una persona que cumplió un rol importante y decisivo como
Canciller durante casi siete años, que fue un artÃfice para la creación del
frente por la defensa del Continente Latinoamericano y los nacientes gobiernos
progresistas, la Celac, Unasur, el Alba y Petrocaribe por nombrar algunos,
fueron articulados por la figura del canciller Maduro, amén de la férrea defensa
a la polÃtica internacional de la Revolución Bolivariana.
No es fácil ser Canciller. Pero de manera
natural comienza a demostrar su liderazgo y convoca una primera concentración
para el inicio de la campaña hacia la presidencia; etapa superada. Luego se
traslada al centro del debate polÃtico contra todos los pronósticos y contra la
poderosa y apoyada derecha venezolana, sabia en mañas y triquiñuelas, experta
en generar dudas y descontentos, con muchos zorros viejos en sus lÃneas y una
vasta experiencia en conformar alianzas; todo lo supero Nicolás y gano la
presidencia con el corazón del pueblo primero. Han sucedido una serie de
situaciones y de eventos con la sola presencia del “Obrero de Miraflores” como
jefe de Estado.
No voy a reseñar lo que tiene a la mayorÃa
del paÃs en alerta; el golpe de Estado. A Nicolás Maduro le nació la idea de
tener un Congreso de la Patria, ahà está, los Motores productivos, rodando por
todas partes de la Nación, fortalecimiento de las polÃticas sociales, evidente
y muy acertado a todos los niveles polÃticos de la región, hay mucho más que
reseñar solo que el espacio no lo permite. Pero lo sorprendente es el llamado
para el Carnet de la Patria. Hasta la derecha se esta carnetizando, dejando
entrever que ya no esta tan sola; está con Maduro. En fin. Con el carnet de la
Patria me resteo.
Vladimir Pineda RamÃrez
Equipo
polÃtico Municipal del PSUV Libertador
del Estado Bolivariano de Mérida


