Agricultura, ganaderÃa, truchicultura, artesanÃa y
turismo se identifican como principales actividades económicas de Mérida,
entidad ubicada en la región andina de Venezuela, sin embargo, las estadÃsticas
refieren a los sectores comercial, construcción, manufacturero y de servicios,
como fuentes complementarias de la productividad local.
El Ministerio para la Producción AgrÃcola refiere que el
estado Mérida aporta el 75% de las hortalizas que abastecen el mercado
nacional.
A principios de 2015, el Registro Único Obligatorio de
Productores y Productoras Agropecuarias (Runoppa) contabilizaba 7.000
productores, con proyección de alcanzar los 20.000 en el mediano plazo.
El más reciente censo económico desarrollado en la
entidad por el Instituto Nacional de EstadÃsticas (IV Censo económico
2007-2008), da cuenta de 11.127 empleos derivados de restaurantes y hoteles, de
43.420 empleos asociados al sector comercial y de otros 15.820 empleos vinculados
al sector transporte.
En las actividades consideradas no tradicionales para
Mérida, se encuentran 11.302 empleos vinculados al sector manufacturero, 5.207
están sujetos al ámbito inmobiliario, 6.414 al sector construcción, 3.822 al
sector de la enseñanza, 3.643 al área social y de salud y 5.962 a servicios
comunitarios.
Las actividades nombradas hasta ahora, ocupan de acuerdo
al censo económico 2007-2008, una fuerza laboral de 107.473 personas,
vinculadas a la actividad de 25.884 unidades productivas urbanas clasificadas
como activas para ese periodo. Las unidades de producción agrÃcola no están
incluidas en el estudio.
Mérida se ubica en el renglón medio de la concentración
de unidades productivas por estado, escaño que comparte con las entidades
Táchira, Trujillo, Barinas, Portuguesa, Lara, Anzoátegui, Sucre, Monagas y
BolÃvar, que concentran entre 15.685 y 33.790 unidades de producción urbana.
El renglón de mayor concentración, lo ocupan Distrito
Capital y los estados Zulia, Carabobo, Aragua, Miranda y Vargas, que concentran
los estados con más de 33.700, y hasta más de 51.000 unidades productivas
urbanas.
Una economÃa
emergente
Los renglones no tradicionales de la economÃa merideña,
se han desarrollado de manera progresiva desde mediados del siglo XX, en tanto
Mérida se ha consolidado como polo de desarrollo del conocimiento y de la
formación universitaria.
La Universidad de Los Andes (ULA), la Universidad
Politécnica Territorial de Mérida, El Colegio Universitario Hotel Escuela de
Los Andes (CUHELAV), la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada
(Unefa), entre otras casas de estudio, generan en torno al ambiente académico
una gama de necesidades y servicios potenciales que la economÃa local se ha
encargado de suplir progresivamente.
Destacan en este ámbito las industrias de imprenta, de
reproducción de documentos, de servicios y abastecimiento para laboratorios, de
confección textil, de comercio de tecnologÃas de la información y de la
informática, de la fabricación de artÃculos deportivos, uniformes y calzados.
El aumento demográfico asociado a la actividad académica
y comercial, ha propiciado el crecimiento del sector construcción, metal
mecánico y de minerÃa no metálica. Otros sectores con muestra de crecimiento
productivo, son el farmacéutico y el de entretenimiento.
En el caso particular del entretenimiento y la
recreación, destaca el auge progresivo de los parques temáticos, cuya máxima
expresión es el nuevo Teleférico MukumbarÃ, espacio que se erige como
emblemático para el turismo de aventura y de contacto con las bellezas
naturales de Mérida.
En el contexto económico de la entidad, se identifican
áreas rezagadas, pero asociadas a una potencial productividad que se encuentra
a la espera de su aprovechamiento.
Entre estas destacan la explotación maderera sustentable,
que tiene como principal polo potencial el eje territorial panamericano del
estado, subregión donde el sector empresarial identifica altos potenciales de
rendimiento, pero donde la poca planificación, deja la actividad a expensas de
una explotación ilegal de poco provecho para la entidad y de alto costo
ambiental.
También se identifica la subutilización de la aduana
estadal y de la Zona Cultural, CientÃfica y Tecnológica del estado, creadas
para facilitar la importación y exportación de bienes vinculados a la cultura, a
la ciencia y a la tecnologÃa.
En el renglón de espacios subutilizados, también se
encuentran los aeropuertos Juan Pablo Pérez Alfonzo y Alberto Carnevalli.
En el primero, operan algunos vuelos semanales y en el
segundo ninguno, ésto a pesar de la reciente inversión de 21 millones de
bolÃvares para su total recuperación y puesta en operatividad.
Ambos aeropuertos, representan una potencial y expedita
vÃa de extracción y comercio, para productos del campo con mercado en todo el
paÃs y en la región del Caribe. A este potencial, se suma el inherente a las
rutas turÃsticas entre Mérida, otros destinos nacionales e internacionales.
AVN