Estamos en guerra económica desde antes que el Comandante
Chávez falleciera. Guerra declarada por los factores más reaccionarios del
país, en conjura con algunos gobiernos de países del mundo con intenciones de
apoderarse de las grandes riquezas naturales de Venezuela.
Necesario tener
presente que la actual guerra económica planificada y ejecutada por la
oligarquía mercantilista para derrocar la Revolución Bolivariana y apoderarse
en su totalidad de las riquezas de nuestro suelo, es sencillamente, una fase de
la lucha de clases. Estas operaciones se enmarcan dentro de los planes del
imperialismo norte americano, con propósitos claramente definidos de crear en
la población venezolana un estado de zozobra, cuyos objetivos es producir un
estallido social con similares o peores escenarios del 27 y 28 de febrero del
año 89.
Históricamente los
orígenes de la guerra económica, se remonta en Venezuela a más de 264 años,
cuando la tierra fue dada en propiedad a los europeos y los Criollos Mantuanos
ricos de la época, minoría calculada entre 5 y 10.000 personas que conformaban
las diferentes épocas del 1% al 5% de la población Venezolana. Por este medio
la minoría dominante, dueña de todos los medios de producción, sometió al 95% a
relación servil de explotación para expropiarle su trabajo.
De esta manera, se
comenzó a consolidarse la propiedad privada de la tierra y el capital del
bloque político que aglutinaba la burguesía para su beneficio personal
mercantilista y terrateniente; y desde entonces, esta burguesía parasitaria
dominaba los medos de producción a los intereses criollos y foráneos.
La situación histórica actual de Venezuela,
lamentablemente para los oligarcas parasitarios, ya no es la misma de antes. El
modelo de guerra económica fue desarrollado en Venezuela por FEDECÁMARAS entre
1946 y 1948 como fase previa al golpe militar que derrocó al gobierno
legítimo de Rómulo Gallegos para instaurar finalmente la dictadura
militar de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958). Fue posteriormente utilizado para
derrocar al Presidente Allende y al gobierno de la Unidad Popular, armado por
la CIA utilizando aquel aporte estratégico de la derecha
venezolana, combinando el desabastecimiento de productos
básicos con las huelgas sectoriales de transportistas,
comerciantes, empresas periodísticas, la movilización callejera de la clase
media reaccionaria, etc., con el uso de la fuerza armada chilena
mercenaria que intervino para dar la estocada final cuando había madurado el
complot de guerra económica contra el pueblo de Chile.
Luego de la
desaparición física del Comandante Chávez en 2013 y su ascenso al empíreo de la
historia, el pueblo venezolano eligió presidente el camarada Nicolás Maduro; la
burguesía mercantil parasitaria en conchupancia con los partidos políticos de
la derecha más recalcitrante de Venezuela y la injerencia en los asuntos
políticos de la Conferencia Episcopal de Venezuela, en voces de los diablos de
sotanas, arrecia la violencia terrorista urbana y la guerra económica mediante
el aumento grosero de la usura y la inflación inducida, el contrabando de
extracción, el sicariato bajo el control de Álvaro Uribe Vélez, y el
linchamiento mediático del Presidente Maduro.
La respuesta del presidente obrero
Nicolás Maduro, fue acelerar la ofensiva económica contra la guerra de la
burguesía parasitaria y traidora a la patria mediante intervenciones que
pusieron al descubierto la perversa trama conspirativa y fraudulenta, el
malandraje empresarial que, cuando se trata de acrecentar sus capitales, no
respeta ni reconoce los valores culturales y éticos más elementales de la
convivencia social.
La ley Orgánica de Precios Justos, recién
aprobada, es el instrumento legal que le da piso jurídico a la ofensiva
económica de la Revolución Bolivariana. La lucha de clases, la guerra popular
incluye ahora a todos los venezolanos y venezolanas. La vieja estrategia de la burguesía mercantil
parasitaria siempre se ha basado en el acaparamiento de los productos de
primera necesidad y los suntuarios que la publicidad obliga a la gente a
consumir. Como en un silogismo hipotético, ello dispara en la mente del
consumidor o consumidora el sentimiento de carencia que (a), como ha sido
inducido en su mente por la publicidad mediática neoliberal que adecúa democracia
con confort.
El factor táctico más
importante de los que dispone la revolución, es su capacidad de movilizar un
número grande de venezolanos y venezolanas, que no puede ser igualado por la
derecha. Gracias al Comandante Hugo Chávez Frías, hoy los sectores de la
derecha capitalista, no cuentan con el apoyo de nuestras gloriosas Fuerzas
Armadas Nacionales Bolivarianas y la Unión Cívico Militar, que han acertados
duros golpes en la lucha contra el contrabando de extracción y el
acaparamientos de los productos de la cesta básica.
Su Camarada y amigo
Wladimir Pineda Ramírez
Coordinador de ideología del equipo político
municipal/PSUV Libertador
Mérida, 18 de enero de 2015.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!


