*** “El Cicpc colectó suficientes elementos que
permitieron hacer una presunta reconstrucción del hecho. La hipótesis cuenta
con el número de los individuos, cómo entraron y cómo salieron”, informó el
funcionario.
El ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores,
Justicia y Paz, M/G Miguel Rodríguez Torres señaló que según las
investigaciones el asesinato Robert Serra y María Herrera, contó con una
planificación detallada.
Durante su programa radial, A Toda Vida Radio, explicó
que fue un crimen planificado. “El Cuerpo de Investigaciones, Científicas,
Penales y Criminalísticas, (Cicpc) colectó suficientes elementos que
permitieron hacer una presunta reconstrucción del hecho. La hipótesis cuenta
con el número de los individuos, cómo entraron y cómo salieron”.
“Lo que se hizo ese día, que sin duda, obedeció a alguien
que quería acabar con la vida de ese importante líder de la juventud del
Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)”, dijo.
Aseguró que “hubo un trabajo previo de vigilancia, de
conocimiento para saber exactamente cuál era la rutina de Robert Serra y de
quienes le acompañaban”, aunque prefirió no mencionar al detalle los elementos
recolectados para no alertar a los criminales.
Descartó el robo como móvil del homicidio, “tenemos un 95
% de certeza de que a Robert Serra no fueron a robarlo, fueron exclusivamente a
matarlo, porque no se robaron nada”.
“Su maletín con su laptop y su tablet no lo tocaron y ese
es un elemento de valor para un ladrón normal”, por lo tanto se descarta de
inmediato el móvil del robo”, resaltó el titular de Interior, Justicia y Paz.
Por otra parte, señaló que el pronunciamiento de líderes
opositores en relación al caso, fue a su conveniencia y por interés, “hacen ver
que ese crimen es imputable a la inseguridad ciudadana como delincuentes
comunes, tratando de justificar lo injustificable”.
Rodríguez Torres hizo un recuento de todas las acciones
paramilitares que se han suscitado en el país, planificados por sectores de la
derecha colombiana y venezolana.
DERECHA EN
SITUACIONES VIOLENTAS
Rodríguez Torres, detalló que los hechos de violencia
originados por la oposición venezolana partieron “casualmente” desde que el ex
presidente Álvaro Uribe Vélez, gana las elecciones en Colombia en el año 2002,
desde ese momento “Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López hicieron
contacto con Uribe para recibir asesoría, orientación, la bendición y quizás
algunas otras cosas más”.
“En ese mismo año López le pide a Uribe ser su consejero
de seguridad y el ex alcalde de Chacao Emilio Graterol contrató los servicios
como asesor policial a José Obdulio Gaviria, quién es primo hermano Pablo
Escobar Gaviria”, explicó.
Por otra parte, recordó los hechos de violencia ocurridos
en abril del 2002 en la Plaza Altamira donde se planificaron y organizaron una
seria de situaciones, entre ellas, la colocación de artefactos explosivos con
composición C4 en los consulados de Colombia y España, donde resultaron heridas
varias personas y se produjeron daños en las infraestructuras, “hubo participación
del sector político de la derecha y fue una acción netamente terrorista”,
aseveró el Ministro.
En el año 2004, 150 paramilitares colombianos residían en
la finca Daktari, ubicada entre los municipios Baruta y Hatillo con protección
de las policías municipales, “fueron liderizados por el comandante Lucas, la
mano asesina del paramilitar Salvatore Mancuso, el cual declaró en Estados
Unidos, que estos colombianos estaban en Venezuela por instrucciones de Álvaro
Uribe Vélez”, explicó el ministro.
“Este caso es una muestra clara de la presencia del
militarismo en nuestro país para tratar de alcanzar el poder. Les nombro caso
por caso para recordales a los líderes de la derecha las barbaridades que han
hecho en este país”, puntualizó Rodríguez Torres.
Fuente/Prensa
Mpprijp
Foto/Archivo


