El 19 de abril de abril de 1810, el pueblo
venezolano se plantó ante el imperio español para empezar a ser protagonista de
su propia historia, la cual, desde la colonización, fue intervenida y dirigida
por el yugo español que demandaba "obediencia, lealtad y respeto" al
Rey de España.
Hace 204 años, el movimiento popular, reunido
en la Plaza Mayor de la capital, dijo "No" al mandato del capitán
general Vicente Emparan, convirtiéndose asà en cimiento de la independencia
patria, que se afianzó el 5 de julio de 1811 con la firma del Acta de la
Declaración de la Independencia.
"Emparan salió al balcón de la casa del
Ayuntamiento y dirigiéndose a la multitud de militares y gente común, blancos y
pardos la mayorÃa, les preguntó si querÃan que él siguiera gobernando, la
respuesta en coro, que crecÃa en su voz, fue ¡no!", se narra en el libro
La lucha por la igualdad, Los pardos en la Independencia de Venezuela, obra de
los historiadores RocÃo Castellanos y Boris Caballero.
Ambos estiman que aquel dÃa de abril "se
podrÃa calcular entre milicianos, militares, pardos de la ciudad, castas y
blancos criollos aproximadamente por lo menos unas 1500 a 2.000 personas
concentradas en la plaza y sus adyacencias. Los jóvenes criollos y los pardos
eran los que más movilización enseñaban".
En el momento independentista, la
historiografÃa tradicional le otorga un papel destacado al padre José Cortés de
Madariaga quien, desde el balcón del Ayuntamiento y a espaldas de Emparan, hizo
una seña negativa al pueblo para que este rechazara la opresión española.
"El 19 de abril es más que un mito
socarrón con un cura Madariaga que hace señas al pueblo como si este no supiera
qué decidir", sopesó Luis Britto GarcÃa en un artÃculo publicado el 21 de
abril de 2012 en su blog personal.
Más bien, explicó, es, la primera rebelión
"que culmina en un proceso independentista que dura hasta hoy. Sus
postulados, el derecho a procurar la propia conservación y defensa, a erigir un
sistema de gobierno que las garantice, la soberanÃa del pueblo, son conceptos
relumbrantes y poderosos como relámpagos".
A partir de los acontecimientos libertarios,
la edición del 27 de abril de la Gazeta de Caracas, que habÃa permanecido bajo
la dirección española, reconoció la gesta popular con un lema romano, el cual
se mantuvo hasta el fin de la Primera República: Salus populi suprema lex, esto
es: El bien del pueblo sea la suprema ley.
MarÃa
Fernanda Marcno AVN


