*** Actividad religiosa y deportiva que
sirvió de reflexión y de unión familiar la mañana de este lunes santo en su
vigésima novena edición.
Yenifer
Espinoza
Prensa
Arquidiócesis de Mérida
Tal como estaba previsto, desde tempranas horas de la mañana los fieles
católicos se reunieron a las afueras del Palacio Arzobispal de la ciudad de
Mérida para dar inicio al “Viacrucis de
la Montaña”, en su Vigésima Novena edición.
Dicha actividad religiosa, arrancó con la
llegada del arzobispo Metropolitano de Mérida, monseñor Baltazar Porras, quien
recordó que el Viacrucis nació luego de la visita del papa Juan Pablo II a
Venezuela en el año 1985, “gracias a ese
empuje que él nos hizo en enero del 85, y a partir de Semana Santa de ese año no hemos
dejado de realizarlo y son miles los que nos acompañan en este recorrido”.
Así mismo resaltó el Arzobispo, que aproximadamente en 14 días será la canonización
en Roma de los papas Juan Pablo II y Juan XXII, “esta actividad es un preámbulo para dar gracias a Dios por esta
canonización”.
Importante
participación
Más de ocho grupos de Pasión Viviente del
estado Mérida, fueron los encargados de amenizar de manera real cada estación,
todos con una bella vestimenta que asemejaron aquel comento en el que Jesús fue
crucificado, todos y cada uno de los personajes de aquel momento estuvieron
presentes representando su importante papel.
En cada una de las estaciones a demás de hacer el simulacro
de su significado, monseñor Porras, oraba en compañía de todos los fieles
asistentes, quienes con gran fe y devoción elevaban cantos de alabanza durante
todo el recorrido.
La buena energía y las oraciones no dejaron
de escucharse por más de tres horas y media de recorrido, que sumaron aproximadamente 11 kilómetros
llenando de fe las calles de la ciudad de Mérida. Dicho Viacrucis culminó en la Posada Doña Rosa
ubicada en la parroquia Arias del municipio Libertador del estado Mérida, donde
se efectuó la a santa eucaristía presida por monseñor Baltazar Porras.



